El culto siniestro: Nicolas Cage está bastante controlado. Eso es bueno. Neil LaButte en la dirección. Interesante. Un comienzo más o menos inquietante. Y a los 20 minutos uno ya se da cuenta de que es una porquería. Esta es seguramente una de las películas más ridículas del año. Ni una sola escena que genere clima, nada de suspenso; diálogo con información + diálogo con información para ver si de esa manera se puede generar interés (voy a ser obvio y citar al Maestro: “fotos de gente hablando”). Música al palo para avisar que, oh, pasan cosas raras en la isla. Final con vuelta de tuerca + epílogo canchero. Y pura misoginia (intencional o no). Una pelotudez olímpica.
Se supone que es una remake. Si es así, nunca vi la original.
Crank, Veneno en la sangre: Está Jason Statham y eso es bueno. Duro, simpático, gracioso y buen actor. Es más de lo que ya vimos (y disfrutamos) en El Transportador y su secuela. Delirio, nada de argumento, una serie continua y vertiginosa de escenas de acción: algunas bien resueltas y otras demasiado caprichosas. Clipera: a veces para bien y otras para mal. Muy feítas las imágenes del corazón de Statham. Festiva y sin miedo al ridículo. No es mucho y alcanza hasta ahí.
Escándalo: Duelo actoral. Las dos –Dench y Blanchett, una de las mujeres más hermosas que existen- están muy bien. ¿A quién le importa?
Más extraños que la ficción: Will Ferrell de repente escucha lo que dice la vos en off. Se da cuenta de que una escritora es la que maneja su devenir. Buena idea y buena elección la de inscribir la historia dentro de una comedia fantástica. Sin duda había material para mucho. Además de lo divertido y disparatado de la situación, había espacio para reflexionar sobre las angustias existenciales, sobre la creatividad y el proceso creativo, sobre la representación. Bueno, será en otra oportunidad. Acá lo único que hay es un manual para saber tomar buenas decisiones en la vida. No quiero exagerar ni alarmarme de antemano, pero teniendo en cuenta lo que le pasó a Adam, lo digo y lo grito: ¡NO SE LLEVEN A WILL TAMBIEN POR FAVOR!
Reflexión nada brillante: Se me ocurre que más que nunca es necesario reivindicar la presencia de autores. Estas películas si carecen de algo es de eso: de directores que aporten una mirada y un estilo; de realizadores que se lancen a la busca de una puesta en escena: o sea, de autores. Lejos de algunas opiniones que han surgido en los últimos tiempos pienso que sigue siendo necesario hablar de cine de autor (sin caer en los didactismos y tilinguería habituales). La crítica –sin renunciar a otros puntos de vista, claro- debe seguir mirando desde ese lugar. Si como decía Rohmer la misión de la crítica es ver qué películas son importantes para el cine, es imposible prescindir de una mirada autorista.
Si Apocalypto es una película extraordinaria es porque hay un autor detrás.
Nada más.
viernes, marzo 09, 2007
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8 comentarios:
Adhiero: Mel Gibson es un autor.
Un saludo!
A mi me parece que el concepto de autor esta tan bastardeado, porque desde la ida de este mundo de Truffaut, Bazin y Daney no surgieron conceptos nuevos. Seguimos hablando de filosofia con conceptos "cartesianos".
Entonces cualquiera puede decir cualquier cosa. Comparar a Shyamalan con Michael Mann (ultima edicion de Cahiers) o decir que Tony Scott es un autor.
Ehh... yo creo que Shyamalan es un autor, claramente. Dudo un poco con lo de Tony Scott. Bah, tiene vasrias buenas pelìculas, pero no me parece un autor.
Pienso que la nocion de autor no es necesariamente arcaica,; me sigue pareciendo vàlida y un excelente puto de partida para pensar las peliculas.
Una cosa es decir Michael Mann es un autor . OK. Estamos todos de acuerdo. Mann junto a Scorsese, Eastwood, Spielberg y alguno mas, forman parte a pesar de sus altibajos de un conjunto que se podria denominar el de los ultima generación de cineastas que siguen la tradición clasica de la teoria del autor, ya sea en un lugar intermedio entre el autor y su maestria de artesano (por su dominio varios de ellos de la tecnica cinematografica).
Scott es un cineasta moderno, como Cuarón, S.Coppola. Son cineastas que no tienen absoluto dominio sobre la puesta en escena o sobre la narración, pero que creen en la potencia visual. Son cineastas menos rigurosos ( no son ni autores ni impersonales artesanos) pero claramente tienen una (nueva) vision del mundo y estilo propio. Para ellos hace falta inventar una nueva categoria. Y quizas tb para todos los cineastas que vengan despues.
Ahora otra cosa muy distinta pasa con Shyamalan, Singer, Aranovsky, Martel, Arriaga-Haggis guionistas, uno confunde bajada de linea, discurso importante, aires de certeza, una puesta en escena siempre al servicio de, cierto dominio de la narración, con autorismo y no es asi.
La categoria de autor a esta altura para lo unico que sirve es para denotar la decadencia-cambio del cine.
Una cosa es decir Michael Mann es un autor . OK. Estamos todos de acuerdo. Mann junto a Scorsese, Eastwood, Spielberg y alguno mas, forman parte a pesar de sus altibajos de un conjunto que se podria denominar el de los ultima generación de cineastas que siguen la tradición clasica de la teoria del autor, ya sea en un lugar intermedio entre el autor y su maestria de artesano (por su dominio varios de ellos de la tecnica cinematografica).
Scott es un cineasta moderno, como Cuarón, S.Coppola. Son cineastas que no tienen absoluto dominio sobre la puesta en escena o sobre la narración, pero que creen en la potencia visual. Son cineastas menos rigurosos ( no son ni autores ni impersonales artesanos) pero claramente tienen una (nueva) vision del mundo y estilo propio. Para ellos hace falta inventar una nueva categoria. Y quizas tb para todos los cineastas que vengan despues.
Ahora otra cosa muy distinta pasa con Shyamalan, Singer, Aranovsky, Martel, Arriaga-Haggis guionistas, uno confunde bajada de linea, discurso importante, aires de certeza, una puesta en escena siempre al servicio de, cierto dominio de la narración, con autorismo y no es asi.
La categoria de autor a esta altura para lo unico que sirve es para denotar la decadencia-cambio del cine.
Autor: Takeshi Kitano.
Michael Mann too.
Si Shyamalan es un autor, entonces Nolan y Fincher también lo son.
Saludos!
Creo que el problema con la vetusta teoría del autor -más allá de la constante búsqueda que emprende la crítica inventando nuevos directores para sumar a las filas del auteurs-, es el culto fanático a los autores. Creo que el caso más ilustrativo es el de The Black Dahlia, cuya defensa por parte de la cinefilia más fanática nunca podré entender.
Coincido con Capt en lo que respecta a "The Black Dahlia".
Y me aferro a la idea de Bordwell y Thompson que hace manifiesta esa "identidad deductible" en un grupo de films que poseen marcas (aunque no sería descabellado hablar de huellas) en común. La coherencia interna de los rasgos formales y temáticos que atraviesa un número determinado de películas, hace que nos encontremos frente a un autor. Yo creo que puede establecerse (aunque con algunos problemas, claro) una dicotomía entre el "autor" y el graciosamente denominado "director artesano".
Saludos Seba!
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